Botellón en la Punta de San Felipe de Cádiz pese al avance de la pandemia

Cádiz
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«El botellón de la Punta de San Felipe sigue exactamente igual. Es más, está engordando». Así lo aseguran los empresarios de la noche de esta zona, que han percibido durante las últimas semanas cómo las reuniones de jóvenes en la explanada se desarrolla como siempre pese al avance de la pandemia.

Numerosos jóvenes, de Cádiz y turistas, se concentran en este lugar para consumir alcohol en pequeños grupos y al aire libre. La afluencia, como es habitual, se incrementa durante los fines de semana.

Los propietarios de los bares y pubs del lugar han trasladado a LA VOZ su descontento por esta situación. A su juicio, falta control por parte de las autoridades, que centran su atención en que estos locales apliquen las medidas de seguridad necesarias y se ajusten a la delimitación horaria marcada pero «sin un control tan exhaustivo» con la concentración de jóvenes al aire libre.

«La Policía Local de Cádiz va a los locales de la Punta de San Felipe para exigirles el cumplimiento de los horarios y en la parte de arriba hay un botellón. Cuando los propietarios les recuerdan que concentrarse para beber en la calle está prohibido, los agentes les dicen que no tienen instrucciones», asegura Antonio De María, presidente de la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería de Cádiz, Horeca (HOteles, REstaurantes y CAfeterías).

Según estos empresarios, la nueva norma aprobada por el Gobierno de la Junta de Andalucía les limita aún más, especialmente por la restricción de horarios. Los locales nocturnos deben cerrar antes de las cinco de la madrugada y, al igual que ocurre en otras ciudades, los agentes de la Policía Local patrullan en la zona para hacer cumplir las medidas y asegurar el cierre de los negocios a la hora indicada.

Los propietarios mantienen que, aunque no estén al aire libre, en sus locales se obliga al cliente a ponerse la mascarilla, gel hidroalcohólico y «además, si no se comportan, se les pone de patitas en la calle». Sin embargo, dicen, mantener un mayor control sobre estos locales que sobre las fiestas al aire libre provoca que, además de en San Felipe, siga habiendo concentraciones de jóvenes también en la Caleta o en el entorno del Paseo Marítimo.

Jóvenes en el entorno de la Caleta.
Jóvenes en el entorno de la Caleta. – Cedida

«¿Cómo es posible que vengan a controlarnos a nosotros en vez de a los de arriba? ¿Qué estamos haciendo entonces, mirar por la salud de todos o cubrir un expediente? Está claro que donde hay más riesgo es en el botellón, pero así se demuestra que no es una cuestión de salud, que hay que justificar y vender la imagen de que se actúa. Cierre de establecimientos, reducción de aforo, nuestras protestas… eso es lo que sale en prensa. Y parece que los políticos sólo hablan de eso», añade De María.

Las discotecas piden que la Junta les prohiba abrir

La Federación andaluza de Salas de Fiesta y Discotecas ha pedido que se decrete el cierre de este tipo de establecimientos de forma provisional para poder acogerse a los ERTE por fuerza mayor. El sector encuentra cada vez más dificultades para obtener beneficios, sobre todo tras la publicación de las nuevas normas para frenar el avance de la pandemia en Andalucía. Esas nuevas medidas, asegura esta Federación, «hacen completamente inviables estos negocios tanto desde el punto de vista comercial y económico como conceptual», en referencia a la prohibición del baile en sus locales.

El aforo máximo permitido para estos locales se ha fijado en un 40 %. Además, su horario se limita ahora entre las 19 horas y las 4:30 horas, dejando poco margen de beneficio para el tramo horario en el que más clientes recibían. «No hay datos técnicos que justifique que el virus sea más peligroso desde las 4:30 a las 7:00 de la madrugada o que el espacio cerrado de nuestras discotecas sea más peligroso que el de un avión, un ave, un metro o un centro comercial», han planteado estos empresarios.

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