La antigua discoteca Boss de Sevilla se demolerá para hacer viviendas

Sevilla
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El edificio que ocupó la discoteca Boss en la calle Betis 67 será demolido para construir viviendas, según fuentes consultadas por ABC. Promotores locales levantarán en ese solar casi una veintena de viviendas con vistas privilegiadas al río Guadalquivir, la Torre del Oro y la Catedral de Sevilla.

El nuevo inmueble que se construirá sobre un solar de casi 800 metros cuadrados tendrá planta baja, una primera y una segunda planta, además de dos sótanos que serán destinados a plazas de aparcamiento, lo que obligará a hacer muros pantalla a una profundidad de 6 o 7 metros para evitar filtraciones del río Guadalquivir.

Calle interior

La fachada del inmueble da a la calle Betis y su parte trasera, a la calle Fortaleza. Como el edificio tiene una protección urbanística D, los promotores deberán mantener la fachada de la calle Betis, pero podrán demoler la trasera que da a la calle Fortaleza. Dentro del edificio habrá una vía interior que conectará las calles Betis y Fortaleza.

Antes de proceder a la demolición del resto del inmueble la propiedad está obligada a realizar prospección arqueológicas para determinar si hay restos de valor en el subsuelo. La Comisión Provincial de Patrimonio, dependiente de la Junta de Andalucía, exige realizar esas catas arqueológicas, como ocurrió con el mercado de la Puerta de la Carne.

En este caso, se sabe que entre el siglo XVII y XVIII pudo haber en ese solar almacenes de pólvora, por lo que las prospecciones podrían arrojar algo de luz sobre las actividades que se desarrollaron en ese terreno hace cuatro siglos, según ha podido saber ABC.

Está documentado que en ese solar había una embocadura que conectaba con el río Guadalquivir. Por otra parte, a finales del siglo XIX y XX, se asentó en el lugar un almacén de materiales de hierros.

Con posterioridad, este inmueble del barrio de Triana acogió la discoteca Río. En el mismo local, empresarios locales, entre los que se encontraba un jovencísimo Rosauro Varo, abrieron en 1998 la discoteca Boss, donde se formaban largas colas para entrar porque se convirtió en un lugar de moda de la noche sevillana. Las concentraciones de personas en la calle Betis junto a la discoteca Boss provocaron las quejas y denuncias de los vecinos ante el Ayuntamiento de Sevilla.