Madrid cambia la ley para echar a «pesados y acosadores» de las discotecas y actuar contra el ruido y las broncas en la puerta

El trabajo de los porteros de las discotecas de Madrid ya no es solo mirar el carnet de identidad en la entrada. Ahora también están entrenados para proteger, legalmente, el descanso de los vecinos y la dignidad de las mujeres.

Se acabó estar a gritos o con bronca en los alrededores de la discoteca: por primera vez, los controladores de acceso están autorizados a decir ‘hasta aquí’ a quienes mantengan actitudes incívicas en la calle o de acoso dentro de sus instalaciones.

Madrid ha cruzado una frontera legal con la reforma del Decreto 163/2008, referente al control de accesos en locales de ocio, publicado el 24 de diciembre de 2024 en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, que convierte a la región en pionera.

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Ahora, los controladores de acceso pueden prohibir la entrada o expulsar a quienes generen escándalos en la puerta de sus locales y a personas que sean «pesados y acosadores» (generalmente hombres) con otros clientes del club nocturno.

Se acabó mirar para otro lado. «Las mujeres no tienen por qué aguantar a pesados en espacios de ocio», afirma Vicente Pizcueta, portavoz de Noche Madrid, que celebra esta norma que por fin respalda a los locales frente a la ambigüedad de situaciones incómodas.

Cartel a la entrada de una discoteca de Madrid.


Cartel a la entrada de una discoteca de Madrid.

Noche Madrid

Los porteros hasta el momento solo podían intervenir dentro del local, no en la calle, y necesitaban pruebas fehacientes cuando una clienta se sentía acosada.

Incluso, si no había denuncia, el local podía ver cómo la policía se veía obligada a instar a readmitir al expulsado. Con la nueva norma, termina esa ambigüedad: se reconoce el criterio del portero formado en igualdad y violencia de género.

Seguridad jurídica

«Necesitábamos seguridad jurídica. Ahora, si una chica señala que alguien le está molestando, es motivo para invitarle a abandonar el local», recalca Pizcueta.

La ley también actúa contra el ruido. Por primera vez, lo que sucede en la cola de acceso importa: quien grite, arme escándalo o haga botellón delante de una discoteca podrá quedarse sin acceso, aunque esté en la vía pública.

«No regulamos el orden público, pero sí la entrada a nuestros espacios. Si no respetas las reglas del local, no entras», resume el portavoz.

El decreto llega respaldado por una renovación del examen de formación de los porteros. Con la última convocatoria pendiente desde 2024 y, al menos, 200 aspirantes esperando, el sector da un paso hacia la profesionalización de los controladores de acceso.

Alegaciones

La asociación que agrupa a las discotecas de la región, Noche Madrid, y la Confederación Empresarial Madrileña han trabajado en las alegaciones durante el periodo de exposición pública, asegurando que la ley recoge todo lo que «la sociedad pide».

Según Pizcueta, el reto ahora es difundir la norma: «Si el público no la conoce, si la policía no la aplica, no sirve de nada poner un cartel en la puerta».

Muchos locales ya han puesto estos carteles en sus entradas en los que se lee el aviso que prohíbe el acceso.

«Este decreto nos coloca a la vanguardia. Otras comunidades ya nos están mirando«, remata Pizcueta.

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A su vez, el texto incorpora por primera vez criterios de sostenibilidad y convivencia vecinal: reciclar, cuidar el entorno, etc. Esta guía ya circula por las salas. De esta manera, Madrid marca tendencia en el ocio nocturno.

Se profesionaliza la entrada, se blinda el ambiente y, por vez primera, se reconoce que el disfrute también tiene reglas. Ahora, si eres «pesado», armas bronca o ignoras el descanso ajeno, bajo el peso de la ley, te quedas fuera.