Se enfrenta a siete años de cárcel por agredir a varias personas con una botella rota al salir de una discoteca

Sevilla
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La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla ha celebrado este miércoles el juicio contra C.G.A.H., un joven de 27 años latinoamericano que está acusado de agredir con una botella rota a varias personas tras salir de una discoteca de la zona de la Cartuja en agosto del año pasado. La Fiscalía pide para él siete años de cárcel por estos hechos.

En la vista oral, C.G.A.H., a quien le piden su expulsión del país por un periodo de nueve años cuando cumpla dos terceras partes de la condena así como que indemnice a los heridos con 15.000 euros, ha negado que agrediera a alguien a la salida de la discoteca y que sólo vio «botellas volando» y por lo cual se cubrió y se hirió en la mano izquierda. En su derecho a última palabra, C.G.A.H., quien se encuentra en prisión preventiva, ha indicado que sólo espera «que se acabe esta pesadilla» para volver con su familia.

También ha declarado en el juicio J.M.D.C. en calidad de acusado de un delito leve de lesiones, por el que Fiscalía y la acusación particular piden para él una multa de tres meses con cuota diaria de doce euros, quien ha indicado que en la salida de la discoteca, él junto a C.G.A.H. y otras personas que lo acompañaban iban «borrachos» y que sufrieron «empujones» tras una trifulca iniciada «por insultos racistas» dirigidos hacia su grupo. Así, ha apuntado que salió a correr de las inmediaciones de la discoteca «porque le perseguían», hasta que aparecieron agentes de policía y cada uno «se fue por su lado».

Asimismo, han testificado las dos personas que sufrieron heridas de consideración en la noche de autos y que necesitaron de asistencia en el Virgen del Rocío. En su declaración, han asegurado con rotundidad que C.G.A.H. fue el autor de las agresiones con una botella y que cuando lo identificaron en el archivo fotográfico policial así como en una rueda de conocimiento en sede judicial lo hicieron «sin ninguna duda».

Continuando esa línea, las víctimas han indicado que el principal acusado les agredió «rápidamente» tras una breve discusión originada «por un pisotón sin querer» y que cuando cometió los hechos «era muy consciente de lo que hacía y no estaba borracho».

En un brazo y en la nariz

Al respecto de estas agresiones, varios testigos, amigos de las víctimas así como un trabajador de la propia discoteca, han asegurado que vieron como C.G.A.H. cometía tales agresiones en una situación «embarullada», a la que se unieron «con patadas y otros golpes» otras personas que no han sido identificadas.

Los heridos manifestaron que el principal acusado le «rajó» un brazo con una botella rota en un caso y le partió en el rostro una botella, lo que le causó una grave lesión en la nariz, en el otro lance.

A este respecto, se ha pronunciado el médico forense que realizó el informe pericial acerca de esas lesiones. En concreto, ha especificado que las heridas son de carácter inciso-contusas y que han ocasionado cicatrices permanentes y en el caso de la herida de la nariz de una de las víctimas, ha apuntado que ésta consta de desviación del tabique naval y de perjuicios estéticos importantes.

Igualmente, han prestado testificación los agentes de la Policía Nacional que se personaron en el lugar de los hechos, los cuales han indicado que cuando llegaron a las inmediaciones de la discoteca había un grupo de ocho o diez personas, entre los que se encontraban dos heridos, «uno con una raja muy profunda en el brazo y otro con la nariz prácticamente colgando». Además, han indicado que vieron mucha sangre en el suelo, así como botellas rotas y cristales, y que muchos apuntaron a un joven latinoamericano como autor de las agresiones.