¡Ey, mister dj! ¡Una de arte!

ARTE y Música

‘CLUBS, arte en la pista’ llena un año más las discotecas y salas de baile de Barcelona de vídeo y ‘performance’ de calidad

'Wish You a Lovely Sunday', de Poung-jun Tak

‘Wish You a Lovely Sunday’, de Poung-jun Tak

Por segundo año, la iniciativa ‘CLUBS, Art a la pista’ ha sacado de su zona de confort a dos componentes de la vida lúdica de Barcelona. Por un lado, las salas de baile abren los días 17 y 18 en horario diurno como espacios efímeros de arte contemporáneo. De esta manera, al ya rico panorama de salas de exposiciones de la ciudad se suman durante un fin de semana seis discotecas y salas de conciertos con esta finalidad.

La Associació de Sales de Concerts de Catalunya, organizador del evento, se concentra en Ciutat Vella y L’Hospitalet, aunando a 17 artistas internacionales en espacios míticos como Sidecar, Sala Apolo o Salamandra a los que se suman El Plumarejo, Freedonia y Meteoro con una trepidante programación para la que hay que reservar.

Una iniciativa que nace de la pandemia, para dar un segundo uso a entornos de los que la nueva normalidad parecía haberse olvidado y que ha venido para quedarse por su aspecto dinamizador y festivo. Un despliegue internacional y transversal es lo que propone a nivel artístico ‘CLUBS’, con especial impacto de la imagen en sus diversas expresiones, de la ‘performance’ y la danza. La inmaterialidad de las propuestas aporta esa idea de fiesta de la creatividad no exenta de lectura crítica y social.

¡Ey, mister dj! ¡Una de arte!

Los proyectos del circuito conllevan narrativas interesantes a través de la mirada de generaciones diferentes. Por un lado, las investigaciones sobre la identidad de Rineke Dijkstra y su potente audiovisual, que reúne una selección de sus retratos de los 90, los cuales ligan a la perfección con la instalación ‘Never Again’, de Aïda Bruyere (1995), en la que habla sobre la construcción del yo en la era de las redes sociales con gran protagonismo de la mezcla musical.

Volviendo al aspecto lúdico, destaca la pieza creada para la ocasión por Anna-Irina Rusell (1993), en la que el público es un sujeto necesario. De toda presencia se desencadena siempre un rastro, y en eso se centra Álex Marco (1986), que cataloga un inventario ‘post-party’, estudio sociológico en sí mismo. De la misma perturbadora forma, Bianca Kennedy (1989) crea surrealistas mundos paralelos entre la animación y la realidad virtual para dar una experiencia casi psicotrópica al espectador.

'Clubs. Arte en la pista'

‘Clubs. Arte en la pista’

Diversas discotecas y salas de baile de Barcelona. Https://art-clubs.com/. 17 y 18 de diciembre

La única pieza material expuesta será la obra de Anne-Lise Coste (1973). quien propone una segunda vida a un lema encontrado y del que ella sacraliza su contenido. ‘El amor será nuestra venganza’ es un grafiti elevado a obra, y expuesto en una pista de baile, un viaje circular para un elemento de vandalización que finalmente se exhibe como arte fuera del circuito artístico como súmum del desarrollo ‘underground’.