Huelga del Metal en Cádiz: más de 4.000 trabajadores exigen la dimisión del secretario de UGT en una movilización pacífica

Pepe Ortega

Nueva jornada de huelga indefinida. Más de 4.000 personas se han manifestado por las calles de Cádiz para protestar por el preacuerdo alcanzado por la Femca y UGT, reclamar un convenio «justo, social y solidario» y pedir la «dimisión» de Antonio Montoro, secretario general de UGT FICA Cádiz. La movilización, convocada por CGT y CTM y a la que se sumaron los familiares de los trabajadores, comenzó en la rotonda de San Severiano y puso rumbo a la sede de la patronal, donde finalizó el itinerario acordado con la Subdelegación del Gobierno. Sin embargo, los manifestantes votaron a mano alzada en una asamblea que la manifestación terminara ante la sede de UGT, lo que provocó, al igual que en el resto del recorrido, cortes de tráfico en la Avenida principal. En todo momento, la manifestación se desarrolló de manera pacífica.

Como en jornadas anteriores, numerosos vecinos interrumpían sus quehaceres y se asomaban a la calle para aplaudir a los huelguistas, que respondían con más aplausos. Incluso una dependienta de un local quiso mostrar su apoyo con una pancarta. «Por un convenio digno. Viva la lucha trabajadora», rezaba. Los manifestantes echaron el freno para agradecer el gesto de la trabajadora. Poco a poco, y con proclamas como «¡ni un paso atrás en la lucha del metal!», los manifestantes encararon la Avenida Lacave para alcanzar la Plaza Campo de la Aviación, desde donde se podía observar perfectamente la marea serpenteante de trabajadores. Allí, la Policía Nacional custodiaba la sede de la patronal y desplegó un amplio dispositivo en las salidas de la plaza. Los manifestantes llegaron con los brazos en alto y al grito de «estas son nuestras armas».

En las puertas de la sede de la patronal, representantes del Sindicato de Estudiantes, USTEA, CTM y CGT, así como un extrabajador del astillero de Gijón que ya había estado presente en las huelgas de 2018 y 2021, tomaron la palabra para dirigirse al resto de trabajadores. «Las calles de Cádiz han visto lo que es la unidad de clase», destacaba Marina Mata, del Sindicato de Estudiantes. En este punto, terminaba la manifestación; sin embargo, tal y como se anunció al comienzo, se celebró una asamblea para votar que el punto y final fuera en la sede de la UGT para «pedir la dimisión de Montoro». Y hasta allí se dirigieron.

Final improvisado ante la sede de UGT

En ese momento, la manifestación adquirió carácter improvisado y los huelguistas pusieron rumbo a la Avenida principal. Durante más de una hora, la arteria principal de la capital gaditana estuvo cortada al tráfico.

En la puerta del Hospital Universitario Puerta del Mar, los manifestantes volvieron a entonar la voz en favor de la sanidad pública. «Gastos militares para escuelas y hospitales». Las personas que se encontraban en la puerta del hospital respondieron con aplausos.

Momentos más tarde, con la gran masa de trabajadores rumbo a la UGT por la avenida, un agente de la Policía intentó dialogar con algún responsable de la movilización para pedir que solo se ocuparan dos de los cuatro carriles que conforman la vía. Sin embargo, la petición cayó en saco roto y los manifestantes se extendieron por toda la calzada. Fue en ese momento cuando la movilización abandonó la Avenida por la calle Parlamento, callejeó por la zona y volvió a incorporarse a la carretera principal.

Un dispositivo de la Policía Nacional custodió la sede de UGT antes de la llegada de los obreros y prohibió el paso a Puertas de Tierra con una fila de agentes antidisturbios. Antonio Muñoz, responsable de CGT, insistió en varias ocasiones en mantener el carácter pacífico de la protesta debido a la «presencia de niños pequeños» entre los manifestantes. Tras instar a Antonio Montoro a dimitir de su cargo, Manuel Balber, de la CTM, dio por finalizada la manifestación, que concluyó sin altercados.

«El pueblo de Cádiz no quiere más tanquetas»

Representantes de los dos sindicatos convocantes de la huelga atendieron a los medios de comunicación antes de comenzar el recorrido. «No vamos a negociar el convenio, lo negocian los sindicatos mayoritarios; pero nosotros, desde CTM y CGT, vamos a llevarle a la Femca las reivindicaciones que tienen los trabajadores y trabajadoras del metal», adelantó el secretario general de CGT Andalucía, Ceuta y Melilla, Juan Antonio Guerrero, quien instó a la patronal a que se siente con ellos en un nuevo Sercla. Además, calificó de «barbaridad» que el convenio tenga una duración de nueve años y que el preacuerdo contemple salarios de nuevo ingreso, porque genera otra «escala salarial». También, ha reclamado que en las empresas tractoras no se permita que entren «empresas que no sean de la provincia de Cádiz y que no pertenezcan al convenio del metal».

Por su parte, Manuel Balber, portavoz de CTM, sentenció que «la paz social se ha acabado». «Es un convenio de retroceso y lo que queremos es un convenio de avances para la clase social y trabajadora de la Bahía de Cádiz», afirmó el portavoz de la CTM, quien espera que se llegue a un acuerdo en las negociaciones por un convenio que «beneficie a los trabajadores» y que «se cumpla». A su vez, hizo un llamamiento a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para denunciar que Navantia son «cárceles» y pedir que se cumplan los convenios. Por otro lado, CC OO, que se desmarcó de la firma del preacuerdo, ha apoyado la manifestación.

Poco antes de las 11:00 horas, la movilización echaba a andar. Custodiados por agentes de la Policía Nacional, los trabajadores y sus familiares, al grito de «aquí están, los obreros del metal» partieron hacia la sede de la patronal por un recorrido establecido con Subdelegación. «El itinerario está legalizado, por tanto tenemos que seguir las pautas. Cuando lleguemos a la Femca, haremos una asamblea y decidiremos cómo continuaremos el día de hoy», explicó Antonio Muñoz, de CGT. Y la marea de trabajadores inundó la avenida de San Severiano.

José Ignacio García con los portavoces sindicales


José Ignacio García con los portavoces sindicales


Antonio vázquez

El portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García, estuvo presente en la manifestación. «Hoy es un día para sacar pecho de la clase trabajadora gaditana. Los trabajadores y trabajadoras del metal están dando un ejemplo de que las decisiones se toman en asamblea y que la única garantía de que haya convenios dignos es que las decisiones las tomen ellos. Y han dicho que hasta aquí hemos llegado», aseveró el portavoz de AA, quien ha mostrado su apoyo a las reivindicaciones y ha asegurado que su formación se posiciona detrás de CGT y la CTM.

También señaló a las que para él son las «responsables»: Blanca Flores y María Jesús Montero. «Empezando por la subdelegada del Gobierno que es la responsable de las detenciones y de represión. Los trabajadores son trabajadores, no delincuentes. El pueblo de Cádiz no quiere más tanquetas, quiere derechos para sus trabajadores». El portavoz ha pedido la «dimisión» de la subdelegada por las «detenciones».

También apuntó hacia la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, «porque es la máxima responsable de Navantia», que según el portavoz, es la que genera «la precariedad y la explotación de los trabajadores». A su vez, anunció que mañana «lo va a llevar al Parlamento de Andalucía» para que José Manuel Moreno Bonilla se posicione.

Cortes de Tráfico

Además de los cortes de tráfico ocasionados por la manifestación en la capital gaditana, otras carreteras de la provincia también se han visto afectadas por los piquetes desde primera hora de la mañana. Según informó la Subdelegación del Gobierno, en diferentes factorías del Campo de Gibraltar como Moeve, Acerinox, Termica, Exolum, AMP, y TTI se llevaron a cabo piquetes. Por otra parte, se desplegaron unidades en Alestis para «evitar cortes de tráfico».