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16 de septiembre de 1994. Komplot Zaratán abre sus puertas con otro tipo de concepto. Algo totalmente nuevo, diferente a lo que había en toda la provincia de Valladolid. La Ruta del Bakalao estaba más viva que nunca y la música electrónica era el padrenuestro de una juventud que solo pensaba en pasarlo bien y olvidarse del día a día. Era la era de bailar hasta altas horas de la madrugada con placer.
Lo que se vivió en Zaratán era una apuesta arriesgada, no era un bar de la ciudad ni siquiera un bar de pueblo, era una nave a las fueras. En Zaratán, situada en el Camino de la Balsa.Hoy solo queda una nave con un cartel de Se Alquila.
La idea era transformarla en un templo del sonido techno, trance, house y convertirla así en una de las salas pioneras en la importación de este tipo de música que llegaba en su mayoría de los países del norte de Europa.
Situación actual de la sala Komplot en Zaratán
J.I.F.
Al principio, antes de inaugurar la sala original ya se pinchaba pero era solo música disco, «la de los Cuarenta Principales» y el aforo era mínimo, unas cien personas en un espacio para 2.000 clientes. “Hacía mucho frío en invierno y eso molestaba al público”, por eso Chuchi Komplot y DJ Michael Komplot, residentes pioneros, pensaron dar un giro de 180 grados a este concepto.
Salieron a la calle a investigar qué garitos había abiertos a las seis de la mañana y fueron con uno de los jefes de la sala, Ramón. Además, toda la música se compraba en el mercado internacional, (no, no había plataformas como Youtube o Spotify).
Esta ruta que realizaron demostró que había que cambiar el horario, antes era de 24:00 hasta las 5 de la madrugada. “Observamos que la gente bailaba en esos garitos, pequeños y con sonido mediocre casi a oscuras las salas. Decidimos tanto los gerentes de la sala como los dj´s residentes en abrir a las 6 de la mañana”, recuerda Miguel, que lleva actualmente más de 20 años fuera de España, concretamente ahora reside en Brasil.
Llegaba un concepto totalmente diferente para los vallisoletanos, era el momento de no acostarse y seguir bailando.
Y poco a poco, fue ganando interés entre los jóvenes hasta convertirse en un referente y una cita obligada, todo el mundo quería ir a la Komplot. Por allí pasaron los mejores disc jockeys internacionales del momento como Jeff Mills, Carl Cox, Sven Bath, Paul Van Dyk, que recientemente ha estado actuando en las ferias de Valladolid.
Y por supuesto nacionales como Christian Varela, Dj Pepo, Óscar Mulero, Pedro del Moral, David Ferrero, Frank Traxx, etc. La cabina de Komplot se convirtió en un trono sagrado y codiciado con residentes como Chuchi Komplot, Dj Michael, David Express, Joshua, Dj Charly, Dj Óscar o Juan Laforga.
En Komplot no sonaban canciones, sonaron himnos. Jens (Loop & Tings), Dunne (Espiral), Ultra Shock (The Sound Of E), Wintermute (Hands Of Fate), Coloured Vision (Violet Rain) y como no, un Trance Line. Todo ello pinchado a más de 10.000 vatios y con láser, que es como les gusta a los komploteros. Hoy es un buen día para desempolvar estos temas.
Sesion en komplot con Pedro del Moral y David Ferrero
Alberto Sanchez
Pero sobre todo Komplot Zaratán creó un estilo de vida entre los jóvenes, una forma de disfrutar que todavía está presente entre los que recuerdan con nostalgia y anhelo unos tiempos que ya no volverán, ni de fiesta ni de música.
Era una época en la que los fines de semana de fiesta duraban desde la noche del jueves hasta la madrugada del domingo al lunes. EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León echa una mirada atrás en el tiempo para recordar 30 años después lo que supuso esta catedral del tecno para Valladolid. Y lo hace de la mano de uno de sus residentes: Miguel Calvo/DJ Michael Komplot.
Hasta la bandera
La sala empezó a llenarse hasta la bandera y por eso se abría también los domingos, cada 15 días, de 6 de la tarde hasta medianoche. “Era una época donde aplicamos la misma fórmula”, apunta. Durante varios años esta sala se convirtió en una mina de oro y, tal vez, fue eso lo que provocó su cierre.
“El dinero acabó con la continuidad de la discoteca”, señala Calvo, que recuerda que él y su compañero Chuchi “fuimos los pioneros y jamás olvidaremos esos años mágicos, nos hicimos amigos de un montón de dj´s nacionales y extranjeros, nos comunicábamos con gestos y con el escaso inglés y francés aprendidos desde la escuela”.
Miguel Calvo
JC Pasalodos
Lo que se vivía dentro de la sala era un espectáculo que quedaba grabado en la vista y en los oídos, pero era aún mejor lo que ocurría en la zona de aparcamientos. Los coches, esos míticos coches de los años 90 donde destacaban los Seat Ibiza, Opel Kadett, Renault 5 o Ford Fiesta, levantaban los maleteros y era la prolongación de la fiesta indoor.
Muchos nostálgicos recuerdan aún en sus conversaciones un Golf maxituning. Eso sí, el ambiente exterior no era muy del agrado de los residentes, sobre todo para Michael Komplot, que recuerda el problema del polvo que se levantaba en la entrada.
“Un servidor era maníaco de la limpieza de los discos y de la cabina, ya que comprábamos todos como vinilos, cascos, agujas para mejorar el sonido de los platos Technics SL-1210 y una mesa de luces gigantesca, parecía una cabina de un avión Airbus A380-800”, y el polvo del aparcamiento entraba y lo ensuciaba todo», comenta.
Muchos recuerdan también alguna que otra nevada que cubría los coches. Eso sí, la manga corta estaba siempre presente. Unos grupillos de desconocidos que acaban siendo grandes amigos.
Coches a la entrada de la sala
Oscar López
Pese a lo que se pueda pensar, Miguel recuerda que “jamás tuvimos denuncias por el horario o de los vecinos provocados por los ruidos”. Y eso que la sala producía 10.000 vatios procesados, con juego de luces moderno y con láser, sin olvidar la máquina del humo…todo el mundo disfrutaba de las sesiones.
En este caso las conversaciones de Esteban, uno de los socios, con las fuentes municipales siempre estuvieron presentes para mantener la calma en la zona. Además, se logró posicionar a Zaratán en el mapa nacional de la fiesta y de la música.
Una leyenda
Unos días que no volverán pero que están siempre presentes en toda una generación. En su opinión, quizás el progreso ha terminado con la leyenda mítica de la sala Komplot Zaratán en cuanto al estilo musical, pero hay cosas que nunca se irán”.
Hoy es una nave vacía del polígono que sigue sin dueños, pero que en su interior mantiene toda una filosofía de vida de una generación. Fotos, vídeos, afortunadamente no muchos porque era una época para vivir no para grabar, y recuerdos que ahora se almacenan en viejos discos duros y en páginas de Facebook como ‘Komplot Zaratán’ donde hemos obtenido las imágenes para ilustrar este reportaje.
“Cerró hace años, pero sigue viva en la memoria y el espíritu de muchos y muchas personas” dice su bio. Y así es.
Material de la Komplot
Belenchu Tiedra
“Confieso que volvería a repetir la misma historia vivida y sentida, con mi eterno amigo y colega Chuchi komplot y del resto de los componentes de la cabina que posteriormente se incorporaron, pinchaba para la peña pucelana y del resto del país que nos visitaban asiduamente. Los buenos recuerdos te hacen vivir el presente”.
Y está claro que tres décadas después la Sala Komplot, la mítica Sala Komplot, ya forma parte de ello. “Muchas gracias al público komplotero que me dio vida durante las noches del sábado, ininterrumpidamente y las tardes del domingo, que son parte de mi historia, nuestra historia”.