La esquina de María de Molina con Príncipe de Vergara está destinada a convertirse en el lugar de citas de lo mejorcito de Madrid y de quienes todavía recuerdan sus fiestas en la famosa discoteca Gabana, durante más de 20 años.
Pero Gabana no va a estar sola en esta aventura. Una gran puerta verde, con tachuelas y dos ventanitas abiertas, de esas que sugieren que lo que hay al otro lado es algo importante, emerge justo al otro lado de la disctoeca con la intención de dar mucho que hablar.
Es la entrada a Jimmy’s, el nuevo restaurante al lado de Gabana, la mítica discoteca de Madrid que ha vuelto a la vida de la mano de los mismos dueños que durante 20 años vieron pasar por sus sofás de terciopelo a famosos de Hollywood, futbolistas del Real Madrid y mucha beautiful people.
La aspiración de los dueños de este nuevo restaurante, y de Gabana, es que Jimmy’s vuele solo e incluso que capte a un público diferente al de la discoteca con más historia de la capital. Pero por ahora la conexión entre ambos va a ser imposible de romper, sobre todo porque este dinner puede convertirse en la antesala de esa beautiful people que conquiste el esquinazo de María de Molina como su nuevo place to be.
El escenario de Jimmy’s.
E. E.
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De hecho, entre ambos locales hay hasta un pasadizo secreto, no apto para todos los públicos, que une restaurante y discoteca para que si «alguien viene a celebrar la Liga» o es un «famoso que no quieren que le hagan fotos», quién sabe si de la realeza real, de la realeza latina o de la realeza económica, pueda ir de un sitio a otro sin pisar la calle, según desvelan los responsables del local.
La primera peculiaridad de Jimmy es que es un mono. Y un mono muy simpático y que aparece en los lugares más inesperados. Nació del llavero de Tito Pajares, uno de los dueños del grupo Gabana, que presume de ser exclusivamente de capital español, después de que lo comprara en uno de sus viajes y lo convirtiera en una especie de amuleto que ahora salta al restaurante. Y no a uno cualquiera.
El plan inicial es que después de este jueves, el local abra su puerta verde sólo por las noches, hasta las doce la cocina y hasta las tres y media de la mañana, la barra y la coctelería. Se han cuidado muchísimo los detalles: el portero que abre la puerta, el uniforme de los camareros, la decoración, el producto que se sirve y sobre todo la vajilla de la coctelería que ha creado para la ocasión José Piñero, el mejor ceramista de España, y que sorprende en cada bebida.
Los recipientes de los cócteles en Jimmy’s.
E. E.
De hecho, nadie puede salir de aquí sin tomarse un Jimmy’s, un cóctel a base de vodka, miel de jengibre, lima y puré de maracuyá, que se sirve en una divertida cabeza de mono en honor del animal que lo preside todo. O si no, optar por la boca del cocodrilo, la cabina de teléfono o la manzana de la discordia, entre otras de las obras de arte, que en este caso son para bebérselas.
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En la oferta gastronómica, lo primero que sorprende es la posibilidad de tomar el jamón más caro del mundo, un vintage de Joselito que sólo se vende en cinco lugares del planeta porque la edición es muy limitada. Por eso, a la mesa llega correctamente cortado y acompañado de otro de los mejores jamones de esta marca, en dúo, pero con el consejo de reservar los exclusivos cortes para el final y poder mantener su sabor en boca mucho más tiempo.
Las pinturas decimonónicas en las paredes, donde resulta divertido ir buscando más monos escondidos entre nubes y bodegones, y las grandes lámparas del techo, crean en Jimmy’s esta sensación de reservado club para unos pocos pero con una calidez extrema. Sobre todo, cuando uno fija la mirada en el pequeño escenario del que se espera una música invitada más a la conversación de una cena entre amigos o en pareja. Una apuesta por el espectáculo en vivo que aspira incluso a crear su propia Jimmy’s band, como en los mejores clubs de Chicago o Nueva York.
Con un ticket medio de 100 euros por persona, la carta esconde también otras joyas gastronómicas, como el nigiri de presa de Joselito, aburi y foie; la lubina al wok al estilo nikkei con verduras salteadas o la quinta costilla de Angus, este plato para dos personas.
Un Dom Perignon en Jimmy’s.
E. E.
El trabajo en las cocinas es del chef Eduardo Maine, que cuenta con más de 15 años de experiencia en los fogones y que también recomienda los daditos de atún rojo a la brasa sobre sisho en tempura, y su solomillo macallan.
Una de las sorpresas más interesantes que guarda el interior de Jimmy’s es, sin duda, el anfiteatro, es decir, una enorme terraza con vistas a la entrada de Gabana donde no sólo se podrá comer y beber a lo grande, sino que se podrá disfrutar de una carta de shisas con sabores tan variados como mango, sandía o coco, y vapeos con o sin nicotina. Todo para que la beautiful people no eche nada de menos.
La guinda de la exclusividad es que Gabana, y por ende Jimmy’s, está dispuesto a convertirse en el templo donde adorar al mejor champán del mundo, Dom Perignon, que los ha elegido como embajadores únicos en la Península, después de su participación en Ushuaia en Ibiza.
De hecho, el reservado más VIP de la discoteca es territorio Dom Perignon y el champán también estará disponible en el restaurante para completar una noche perfecta de buena comida, buena música y un espacio único rodeado, algunos días de la semana, con algunas celebrities madrileñas.
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