El toque de queda ha dejado en blanco al ocio nocturno después de una temporada en la que las restricciones tampoco han permitido al sector despegar del todo. Tras la desescalada el Gobierno permitió abrir locales de conciertos, discotecas y pubs, pero la licencia acabó pronto después de que Sanidad estimara que era «difícil» seguir el rastro de los contagios que se producían allí.
El propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, admitió entonces que el mayor número de brotes no se producían en el entorno del ocio nocturno. Aun así, el Ejecutivo, lejos de relajar las restricciones, ha inmovilizado al sector durante seis meses más tras la aprobación del estado de alarma que implantará un toque de queda desde las 11 de la noche hasta las 6 de la madrugada.
Desde la patronal del ocio nocturno, sostienen que la medida no será eficaz. «Volvemos a estar peor y volvemos a usar las recetas que no han funcionado», critica Ramón Mas, presidente de España de Noche. «Nosotros advertimos desde el minuto cero que los jóvenes iban a salir a las calles de forma descontrolada si se cerraba el ocio nocturno. Se tendían que haber tomado muchas medidas conjuntas, una de ellas ofrecer un ocio nocturno nocturno seguro, también los test y los cribados masivos, más rastreadores, etc».
Ahora el sector pide que a las medidas anunciadas ayer les acompañe también una prórroga de los ERTE y flexibilidad en la devolución de los créditos ICO, además de subvenciones a fondo perdido. «Tienen que inyectarnos dinero. Es la única forma de evitar un desastre apocalíptico y la desaparición del ocio nocturno», afirma Mas. «El esfuerzo que hemos hecho no ha servido para nada»
«A mi lo que más me duele es que el esfuerzo que hemos hecho no ha servido para nada y por eso vamos a ser inflexibles con el Gobierno. Queremos que España esté a nivel de Europa en ayudas y subvenciones al sector. Estamos en la cola», denuncia.
Según el «Estudio de Impacto Económico de la Crisis del Coronavirus en el Ocio Nocturno», elaborado por España de Noche, los gastos fijos mensuales a los que tienen que hacer frente las empresas del sector oscila entre los 5.000 y 7.500 euros en los bares musicales, y entre los 17.500 y 25.000 euros en el caso de las discotecas y salas de concierto.
En España el 88,7% los establecimientos permanecen cerrados, es decir, solo una de cada diez salas de concierto, discotecas, bares musicales y tablaos han podido abrir de nuevo sus puertas. Las que han sobrevivido lo han conseguido reconvirtiéndose y adelantando su horario de apertura.
De momento el presidente de la patronal no contempla el «tardeo» como una opción viable económicamente. «Habrá que ver en qué condiciones nos dejan abrir por la tarde, pero «a priori» la única solución es hibernar los gastos. Si abrir nos cuesta más que estar cerrados, no podemos», explica. Además, recuerda que en Cataluña, donde ya se han cerrado los bares y restaurantes, por lo que la opción de adelantar el horario de los locales no serviría para nada.