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La Feria de Málaga está a la vuelta de la esquina tras dos años de ausencia por la crisis de la Covid-19. Pero las fiestas de agosto llegan con el piloto de alarma encendido en las discotecas, conciertos y fiestas multitudinarias: los pinchazos para sumisión química.
Este lunes, la Policía Nacional confirmó la primera denuncia del verano mediante la técnica del «pinchazo» en Málaga. Según el testimonio de la denunciante, una turista francesa de 22 años, los hechos ocurrieron el pasado 8 de julio. Tras una noche de fiesta en una discoteca de la capital malagueña, salió del local junto a un joven extranjero al que había conocido. Fuentes sanitarias han indicado que a fecha de este jueves el SAS ya estudia tres posibles casos de este método en la provincia, pero todavía sin confirmar ninguno de ellos.
A continuación, se dirigió a su apartamento en compañía del chico. A la mañana siguiente, la denunciante se levantó mareada y observó en uno de sus brazos dos puntos de inoculación, según relató ella misma a los agentes. Hasta el momento no ha trascendido si fue inoculada con alguna sustancia química, puesto que los resultados de estas pruebas suelen demorarse.
Esta denuncia -la única que consta hasta el momento- ha elevado el temor de muchas jóvenes malagueñas ante la feria y sus aglomeraciones. Es el caso de Andrea, de 22 años y que solía ir a la feria con su grupo de amigos. Este año, confiesa, evitará a toda costa quedarse sola porque teme que le puedan hacer algo.
Cuenta a EL ESPAÑOL de Málaga que es muy importante saber cómo actuar en caso de ser víctima de uno de estos pinchazos en una caseta con muchas personas. «Es algo que puede pasarte a ti, a mí o a cualquiera de mis amigas. Es muy triste tener que estar concienciadas de ello», expresa.
Alicia, también de 22 años, utiliza la palabra “impotencia” para describir su sensación ante esta situación. Pero lo tiene claro: «No voy a dejar de disfrutar de la feria por esta situación aunque el miedo sigue ahí».
Siente indignación porque las mujeres “tengamos que estar pendientes de nuestros vasos por si nos echan alguna droga o de llegar bien a casa» o, ahora, por preocuparse de que alguien lleve una jeringuilla en una aglomeración. «No puedo comprender que estemos así. Al final sales, pero no acabas disfrutando totalmente del momento«, expresa.
La joven se muestra contundente con el Ayuntamiento de Málaga. «No puede recaer todo el peso de la situación en nosotras, necesitamos una institución que vele por nuestra seguridad dentro de sus posibilidades«, opina, subrayando la necesidad de que haya un protocolo de actuación “por si a alguien del grupo de amigas le pasa o por si otra chica nos pide ayuda por una posible sumisión química».
Según ha podido saber este periódico, los posibles casos de pinchazo para sumisión química contarán con un plan especial de prevención y actuación dentro del dispositivo de seguridad que están preparando el Ayuntamiento de Málaga y la Subdelegación del Gobierno para las fiestas, que se celebrarán del 12 al 20 de agosto. La previsión es que el mismo esté gestionado por el Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local. Además, como viene siendo habitual desde 2018, seguirán estando a la disposición de las malagueñas los puntos violeta, donde podrán pedir ayuda en caso de violencia machista, delito de odio, abuso o agresión sexual o estos pinchazos para sumisión química.
Las dos chicas consultadas coinciden en que su deseo es «disfrutar de la feria, bailar y pasarlo genial con nuestra gente tras dos años complicados». «Es injusto que tengamos que vivir una feria con este miedo, de cuestionarnos si salir o no o con qué frecuencia hacerlo», añade Alicia.
La Junta
El caso de Málaga no es el único de Andalucía. Para poner freno a esta situación, la consejera de Integración Social, Familias e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Andalucía, Loles López, anunció este miércoles la puesta en marcha, en coordinación con la Consejería de Salud, de un protocolo de actuación en casos de sumisión química y los denunciados por los jóvenes en diferentes discotecas.
López explicó en una entrevista en Canal Sur que tras los últimos casos de pinchazos en zonas de ocio de Andalucía «lo más importante es la prevención y saber que esto está ocurriendo». También explicó que tanto su consejería como la de Salud, por separado, ya cuentan con protocolos para hacer frente a estas situaciones.
¿Cómo actuar?
Es importante, más allá de los protocolos de seguridad que sigan las instituciones, saber actuar en caso de que recibamos un pinchazo -o, sobre todo, si a nuestra acompañante la han pinchado-.
En primer lugar, haz caso a tus sensaciones. En caso de haber notado ese pinchazo avisa a tus acompañantes y no te quedes sola. Presta atención a si te estás mareando o cualquier otro síntoma. Si notas los síntomas, pero no el pinchazo también es recomendable que tomes medidas. Para los acompañantes, es primordial llamar al 112 en caso de emergencia sanitaria, como en el caso de que la persona a la que han pinchado se desplome.
No te vayas a casa directamente. Abandona la fiesta y, tras ello, lo recomendable sería que te acompañaran a un hospital para que te realicen pruebas y análisis toxicológicos para descartar, en primer lugar, algún tipo de infección porque la aguja no esté esterilizada -VIH o hepatitis- y, por otro lado, en caso de inyección, conocer de qué líquido se trata. Cuando te encuentres bien, acude a comisaría a poner la correspondiente denuncia.